sábado, 26 de julio de 2008

Camino oscuro IX


Día 20:


¿Quién iba a decir que un día entendería a Leviatan? Yo, que siempre me burlé de las voces que decía oir, me encuentro en su misma singladura.

Hace una semana que las voces en mi cabeza se pusieron de acuerdo y me ofrecieron un trato. Ellas dejarían de hablar todas a la vez y me proporcionarían consejo. A cambio, yo tendré que guardar el secreto de su existencia para siempre. Desde entonces hemos tenido una coexistencia pacífica y fructífera.

No puedo decir lo mismo de mi búsqueda de Trisaga. He recorrido medio Azeroth en su busca y nadie me sabe dar razón de ella. He recurrido al soborno, el engaño y la coacción, pero sigo como empecé. Si esto se alarga mucho más tendré que prepararme para lo peor...

Sí, tal vez Trisaga no aparezca nunca; tal vez esté muerta, y no debería extrañarme. Debo tener un misterioso don que hace que la gente que quiero desaparezca, literalmente, de mi vida.

Las voces en mi cabeza me llaman. Quieren que les cuente cosas sobre mí. Esta vez espero que ellas hablen un poco de sí mismas. De momento son tan reservadas...