sábado, 19 de julio de 2008

Camino oscuro VIII


Día 13:


Las voces han vuelto.

No sé cómo ha sido. Me he despertado sobresaltada creyendo oir la voz de Trisaga y allí estaban, susurrando en lo más profundo de mi cabeza. Al menos esta vez no son molestas ni recriminatorias, lo cuál ya es un alivio.

Pero me estoy desviando de lo realmente importante. He hablado con Shaw y los demás. La cosa ha llevado su tiempo ya que, aparte de los desplazamientos he tenido que esperar durante horas para ser atendida en cada lugar, lo que no ha hecho nada para mejorar mi humor. No sé qué traman esos tres, pero casi se diría que están conchabados. Sus taimadas palabras, rebosantes de labia y doblez no me engañaron. A pesar de su aparente intención de ayudarme, pude percatarme que no sólo no sabían nada, sino que no iban a mover ni un dedo. Demasiados recursos para un premio tan pobre. No se lo recrimino, pero lo tendré en cuenta para el futuro.

Cuando salía del SI:7 se me ha acercado uno de mis contactos. Al parecer, un hipogrifo ha aparecido muerto cerca de Trinquete. La descripción coincide con el que Trisaga tomó en el Bastión Plumaluna, pero hay tantos hipogrifos similares...

Las voces me reclaman. Dicen tener una oferta que no podré rechazar.