domingo, 26 de octubre de 2008

Camino oscuro XV


Día 112:


La draenei ha aparecido justo a tiempo.

He conseguido contener las voces el tiempo suficiente para oir la historia que tanto anhelaba. La draenei se ha hecho de rogar, pero al final la ha contado.

Oculta bajo la escalera de la taberna, y disfrazada para no ser reconocida, escuché atentamente cada palabra, y las voces conmigo. Aunque la historia en sí es un poco confusa, tiene algo, un atisbo de realidad que aprendí a reconocer en mis años en el SI:7.

Al acabar los relatos me acerqué a la draenei con disimulo. Una vez junto a ella, le susurré unas palabras apremiantes. La daga, medio oculta en mi mano, no le pasó desapercibida, tal y como yo pretendía. Tras esto, salí del local y me coloqué en un lugar discreto.

La draenei no tardó en aparecer, dando esquinazo a sus seguidores y despertando, probablemente, cierta suspicacia. No me importó. Las voces atronaban en mi cabeza y no tenía tiempo para sutilezas. La arrinconé y la amenacé con mis armas hasta que le extraje toda la información que necesitaba. Para ser sólo una cuentacuentos era bastante resistente a la coacción, pero finalmente habló.

Al parecer, la historia la había leído en cierto libro que se hallaba en poder de alguien llamado "La Sombra". A lo largo de mi corta vida he conocido al menos media docena de personajillos de los bajos mundos que se hacían llamar así, ya fueran aprendices de mafioso o rateros del tres cuarto. Todos han desaparecido sin dejar rastro y, en algún caso, debido a mi acción directa.

Contrariamente a lo que esperaba, "La Sombra" resultó ser una elfa bastante correcta en sus maneras, muy suspicaz y dotada de un agudo sentido del humor, de movimientos fluidos y mirada despierta, justo del tipo que te clava una daga al mínimo descuido. Me cayó bien al instante. Nuestra conversación transcurrió en un clima poco menos que cordial, dadas las circunstancias. El libro estaba en poder de alguien llamado Cascabella a quien podría encontrar en el Casco Antiguo.

La elfa me sorprendió a la hora de reclamar un pago por la información. En vez de dinero o mercancías me pidió algo más personal. Aunque me pareció algo aparentemente trivial cuando lo dijo, mis investigaciones me han llevado a la conclusiónde que podría ocasionarme problemas en ciertos círculos. No me gusta incumplir tratos, pero llegado el caso veré qué me parece más correcto o seguro. Si tengo que lidiar con la elfa en el futuro, sea.

El día ha sido muy largo y estoy agotada. Dentro de unos días concertaré una cita con Cascabella. Debo averiguar todo lo que pueda de ella. Me gusta conocer a mis adversarios. Además, si sabe que la busco es posible que se ponga nerviosa...o ansiosa. En cualquier caso, podría favorecerme.

Casi lo olvidaba. Jasmine me ha preguntado por Ungaia. Nadie la ha visto hace semanas. Me sabe mal reconocerlo, pero yo tampoco sé nada de ella. He estado demasiado distraida para ocuparme de ciertos menesteres. Ella sabe cuidar de sí misma; me lo ha demostrado una y otra vez. Además, no me gusta tener dos frentes abiertos si puedo evitarlo. Moveré mi red de contactos a ver si saben algo, pero no puedo ocuparme de eso ahora. No si quiero...

¡Maldita sea! Me he quedado dormida, aunque al menos me ha servido de algo. Creo que ya sé cómo conseguir el libro, pero tengo que madurar el plan. Me voy a dormir. Lo consultaré con la almohada.