domingo, 5 de octubre de 2008
Camino oscuro XI
Día 91:
Ayer oí a Jasmine por el comunicador.
Afortunadamente, Tristán no me lo confiscó al concederme la licencia, así que lo llevo encendido a ratos, por si oigo algo que me sea de utilidad entre la cháchara habitual, pero ayer casi me quedo sorda. Me encontraba limpiando el aparato de la suciedad que va acumulándose en cada pesqueño resquicio. Es el tipo de trabajo que me relaja. Y estar relajada es un lujo para mí desde hace más de un mes. Estaba comprobando que el altavoz había quedado bien limpio cuando empezaron los gritos.
Al principio no entendí nada, pero creo haber sacado en claro algo acerca de una cuentacuentos, unas leyendas y algo así como que me gustaria escuchar esas historias. Aunque lo descarté de inmediato, las voces me han hecho recapacitar. Siempre ávidas de conocimiento, me han pedido que averigüe algo más al respecto, así que intentaré conseguir información acerca de quién relata tales historias, dónde y cuándo.
¿Quién sabe? A lo mejor hasta me gusta.